Pues nada, al fin he cumplido otra de mis metas....VER ENORMES E IMPRESIONANTES ACANTILADOS!!!!
Salimos de Londres a las 9 de la mañana rumbo a Brighton (dios mio, llevábamos sin oler a mar mas de 2 meses) Yoana, Jp, Natsuko y yo. Allí, tras asomarnos a ver el Brighton Pier nos fuimos en busca del bus 12 que nos llevaba a Seven Sister country Park.
Nada mas llegar solo ves campos verdes pro todas partes y gente paseando, sentada en los bancos admirando el paisaje y esas cosas normales que hace la gente cuando va al campo de picnic. Todo el paisaje va cambiando hasta que llegas a la playa, y te topas con el suelo pedregoso y las enormes moles que son los acantilados. Abajo de los acantilados, todo se rodea de un ambiente extraño (que supongo que también es porque te quedas un poco sobrecogido) y te quedas hasta sin cobertura, como si estuvieras en el fin del mundo o algo (técnicamente, sería el fin de la tierra xDDD). Por un lado, te encuentras con los acantilados de Seaford,
Pero por el otro, oh dios mio, te encuentras a las 7 hermanas mirando al mar, quedándote literalmente con la boca abierta.
Te sientes de repente enanisimo allí en medio, una hormiga en medio de un páramo. Pero no termina aquí la cosa, porque cuando ya dices, nada me puede sorprender, el grupo decide, subamos.
Tras el ratazo de subir bajo el solano (que pegaba fuerte aunque hiciese bastante viento), pensando que no tenía final, te encuentras con esto.
Y ya, si que lo has visto todo.
Comimos con estas vistas de fondo, viendo como las gaviotas nos sobrevolaban (y el sol nos quemaba).
Dio pena tener que volver la verdad, ser un afortunado y vivir al lado de un acantilado tiene que ser la leche.
Volvimos a coger el 12 donde casi nos da un soponcio del calor que hacía y corrimos como desesperados al Sainsbury a comprar agua e hidratar un poco el cuerpo, que lo pedía a gritos. Fue entonces cuando hicimos un poco de visita por Brighton. Brighton Pier, Pavilion, Wesst Pier...la playa.
La verdad es que para mi fue reencontrar muchas cosas que ya había visto el año pasado. Supongo que siempre es extraño ver que una ciudad continúa tal y como la dejaste, pero es lo correcto y lo propio. Si el año pasado andé mas por la ciudad y entré al museo, este lo he dedicado a la naturaleza y los acantilados.
La compañía, como siempre que estoy con ellos perfecta, enseñándole burradas españolas a Natsuko (que la pobre debe tener una imagen nuestra que no veas con nuestra forma de hablar xD) y haciendo el indio.
Anécdotas del día, la narcolepsia, los charcos que aparecen de la nada y los dorayakis a la vasca.
Fue un día completo.
Ahora me quedan todas las preocupaciones normales (y no tan normales) como son el trabajo, que llegue mi estúpida oyster de repuesto que me tiene el corazón partío y programar los próximos días libres.
Y ya está.








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